Constituyente electos y medioambiente

Por Pilar Uribe Silva (@pily.uribe)

El pasado 15 y 16 de mayo las y los chilenos presenciamos uno de los hitos que transcenderá nuestro presente y el cual quedará plasmado en los libros para las futuras generaciones. Elegimos a 155 personas que estarán a cargo de escribir la nueva Constitución de Chile. Una fotografía histórica y que va más allá de posiciones políticas, por donde se le mire.

Una Constitución que no se basará en especificidades, sino en ser el faro que alumbre los pasos hacia un Estado pluralista, descentralizado, igualitario y responsable con su herencia cultural y natural. Así lo expresó el voto y el cual reflejó la necesidad de un cambio sistémico. Un cambio que de alguna u otra manera todas y todos, desde esta comunidad, estamos empujando.

Me parece absolutamente necesario abrir esta columna recordando lo anterior, ya que este mes en Mujer Sustentable estaremos hablando de medioambiente y océanos, la importancia de su recuperación, cuidado y protección. Me es imposible no conectar estos temas con la nueva Carta Magna que muchas y muchos queremos y vamos a exigir: una Constitución verde. La cual es posible, con trabajo colaborativo, moviendo voluntades y logrando acuerdos que dejen de lado los individualismos. Pensar en Chile.

Luego de hablar con varios especialistas en este artículo para Decodificador Chile, las bases de una Constitución Ecológica deben partir por “reconocer que la existencia de la comunidad jurídico-política que constituye a Chile, es imposible sin un medio ambiente adecuado en el que ella pueda sustentarse y vivir”, afirman desde la ONG FIMA.

A su vez, Marcelo Mena, director del Centro de Acción Climática, se une a esta reflexión y puntualiza que “los problemas del planeta tienen que ver con el cortoplacismo. Mirar hacia adelante y tener que no sólo preguntarse cómo voy yo, sino también mis hijos, es un cambio de paradigma importante. Que eso se vea reflejado en la constitución, más todavía.”

Por lo tanto, se hace necesario considerar al medioambiente y su biodiversidad como una parte integrante y fundamental del Estado. Y para lograrlo, tendremos algunos constituyentes electos como Cristina Dorador, Juan José Martín, Francisco Javier Caamaño, Gloria Alvarado, entre otros, levantando diálogo e incorporando conocimientos para avanzar hacia la redacción de una Constitución que tenga como bases el desarrollo sustentable, la justicia ambiental y participación ciudadana, el acceso a información y la justicia intergeneracional.

Para todas y todos, dentro y fuera de Chile, será un ejemplo, incluso a nivel pedagógico. Una lección de cómo la deliberación y la construcción social se puede crear en espacios participativos y democráticos, y donde todas y todos podemos ser parte. Participar y seguir estas conversaciones será nuestra responsabilidad. Seguir creando diálogos y visibilizar estos procesos, lo asumo como desafío persona