Medio Ambiente y pandemia: ¿qué hemos aprendido?
- Mujer Sustentable
- 19 jun 2021
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 6 jul 2021
Por Francesca Chiappa G.
@franchiappag
El pasado 5 de junio fue el segundo Día Mundial del Medio Ambiente que vivimos en pandemia y me es imposible no hacer una comparación entre lo que ha transcurrido desde el año pasado hasta ahora.
Recuerdo con cierta nostalgia aquellos esperanzadores titulares que nos hacían creer en un cambio positivo en el entorno: “estamos entrando en contacto con nuevas especies de vida silvestre que antes no se producían”, “significativo descenso en tráfico ha traído consigo menor contaminación”, “canales de Venecia amanecen limpios y con peces” ¿se acuerdan de estas noticias?
Pese al amplio conocimiento en cuanto a las medidas sanitarias que debemos considerar para evitar contagios y las diferentes campañas de vacunación a nivel mundial, el coronavirus sigue presente, pero no aquellos beneficios que experimentó el medio ambiente en los primeros meses de pandemia.
Hoy los datos son otros.
Las mascarillas desechables se han convertido en la nueva amenaza a la vida animal. Para hacerse una idea, más de 1.500 millones terminaron en los océanos durante el 2020. Una situación alarmante que pone en peligro ecosistemas enteros.
Por otra parte, el boom de los delivery inevitablemente aumentó la generación de residuos desechables. De acuerdo a estimaciones de Euromonitor, las ventas de delivery totalizaron US$820 millones durante el año pasado, lo que se traduce en un alza de 69,7% respecto a 2019.
Y para rematar, el primer día del CyberDay 2021 en Chile, batió todos los récords en ventas.
No puedo dejar de preguntarme ¿qué está pasando? ¿es que no hemos aprendido nada?
Si me has leído antes, sabrás que mis columnas suelen tener un tono amable y positivo, busco transmitir la importancia de nuestras acciones y el impacto que generan en el entorno motivando a mejorar nuestros hábitos de consumo, ¡deseo profundamente que honremos la tierra que habitamos! por eso, lamento que en esta oportunidad mis palabras no hayan encontrado un mensaje más esperanzador.
Podría comentarles que, en este periodo de pandemia, muchas personas comenzaron a hacerse cargo de los residuos orgánicos que generan en su hogar, que hay familias enteras aprendiendo a compostar, otras que al fin se atrevieron a tener un huerto en casa y que hay quienes han decidido preparar su propio pan para evitar al máximo el delivery o compras con empaques.
Lo cierto es que, independiente de ello, hoy siento profundamente que es demasiado necesario transmitir una cuota de esta cruda realidad para incentivar a hacer las cosas mejor. Lo debemos hacer mejor, es urgente.







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