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RE- EDUCACIÓN DE SUSTENTABILIDAD APLICADA A LA CRIANZA

En la actualidad, hemos estado escuchando mucho más sobre la crianza respetuosa, la maternidad consciente y hoy en la rama de estos conceptos, quisiera hablarles sobre la -sustentabilidad en la crianza. Es muy importante que todos nos vayamos re-educando sobre la sustentabilidad para poder guiar a nuestros hijos en este estilo de vida que tenemos que ir aplicando de manera urgente, pues el planeta tiene que regenerarse si queremos seguir habitándolo.


Según las cifras de este año, hemos agotado todos los recursos naturales en el mes de mayo y el resto del año estamos viviendo en una especie de línea de crédito. Es una situación que se arrastra desde hace años, lo que causa un daño irreparable desde que perdimos el control del uso del plástico, desde que contaminamos el mar hasta extinguir especies marinas, desde que se empezó a acelerar el calentamiento global por causa humana, desde que consumimos alrededor de una tarjeta plástica semanalmente debido al microplástico, desde que empezaron las sequías a tomar permanencia en el tiempo, desde que empezaron a ocurrir fenómenos naturales atribuibles al daño que causamos como humanidad.


Literalmente estamos convirtiendo nuestro planeta en un basural y esto tiene repercusiones en nuestro hábitat, en nuestra flora, fauna y funga, a nivel climático; y lo más preocupante es que ya está fuera de control, si queremos superar los 100 años acá tenemos que tomar acción desde ya.


¿Cómo enseñar a nuestros hijos sobre sustentabilidad?


En mi experiencia como madre, he tenido que re-educarme, pues fui hija de los juguetes de plástico, fui hija del chupete, fui hija de la “nueva alimentación envasada y procesada”, fui hija de las bebidas en cumpleaños y las golosinas, fui hija de las toallas higiénicas, de las bolsas plásticas; en general, del uso del plástico en toda su expresión. También fui hija del plumón de plumas, del consumo habitual de carne, fui hija del cigarro, fui hija de los medios mentirosos, fui hija de la inconsciencia y así fui viviendo en mi burbuja; de a poco fui enterándome sobre temas ambientales, pero desde una perspectiva superflua, sin tomar el peso del impacto que deja cada huella humana que habita este precioso planeta.


Este año comencé a tomar acciones potentes, pues no se trata de solo hablar estos temas o escribir sobre ellos. Comencé a tomar cursos para aprender, comencé a ver documentales, comencé a asistir a seminarios, a escribir y sobre todo a tomar acción en mi hogar y en cada decisión, utilizando el ciclo de las 7 R en este orden: Reflexionar, Rechazar, Reducir, Reparar, Reutilizar, Recuperar y Reciclar.


Lo lindo es que este proceso es progresivo, una vez que empiezas no paras, si les sirve de incentivo. Una persona imperfectamente sustentable puede cambiar el mundo. Con calma, podemos ir de a poco aplicando pequeños grandes cambios y de esta manera ya estamos educando a nuestros hijos y a nuestro entorno con el ejemplo.


Ser ejemplo es el camino más auténtico para enseñar. En el caso de los hijos fluye solo, ellos se van integrando de manera muy natural. Mi hija de 7 años me ve tan animada en ayudar que ella también se interesa en saber estos temas y ambas hemos aprendido mucho en el último tiempo. La inspiración nos ha llevado a hacer una lista con cambios que hemos logrado y los que queremos lograr a corto y mediano plazo. Es un buen ejercicio materializar estas acciones por escrito.


Cuando comencé a re-educarme, debo reconocer que fue muy chocante y frustrante darme cuenta de toda la inconsciencia que habitaba en mí, y en consecuencia, nace mi intención de reparar todo ese daño traducido en años; pero cuando queremos hacer todo radicalmente generalmente se produce un colapso mental y es muy frecuente que todo lo que te has propuesto quede en nada, a mí me ocurrió al principio. Necesité un tiempo razonable para procesar tanta información, y luego de asimilarla, ir de a poco generando cambios hasta que empiezas a fluir solo en la corriente sustentable, lo fundamental es disfrutar el camino como un valor, no como una imposición.


Cuando disfrutas el camino, por resonancia las personas se van interesando en este bienestar y van sintiendo esa energía, empieza a existir un interés innato y una conexión para entrar en este activismo. Los hijos son un ejemplo, hoy hay tantas formas lúdicas, simples y didácticas de enseñarles, no hay excusas.


Simples cambios pueden hacer la diferencia cuando sabemos de cifras. Cada chileno produce 456 kg. de basura al año, logrando el primer lugar de Latinoamérica. La tasa de reciclaje en Chile es de un 0,4 %.


· Una bolsa de plástico común se biodegrada en 150 años. (Mi consejo es Rechazar)


· Una botella pet se biodegrada en 1000 años. (Mi consejo es rechazar o disminuir su consumo, reciclando de manera responsable cada envase en un punto limpio.)


· Un tetra pak se biodegrada en 30 años. (Mi consejo es rechazar o disminuir su consumo, reciclando de manera responsable cada envase en un punto limpio.)


· Una Lata de bebida se biodegrada en 10 años. (Mi consejo es rechazar o disminuir su consumo, reciclando de manera responsable cada envase en un punto limpio.)


· El papel y cartón se biodegrada en 1 año. (Es un consumo más razonable, pero si puedes disminuirlo, será de gran ayuda.)


· El vidrio se biodegrada en 4000 años. (El lado positivo es que podemos reciclarlo y transformarlo una y mil veces, pero tenemos que estar súper conscientes de que si no lo reciclamos y seguimos produciéndolo sin medida, se nos va a ir de las manos, como el plástico.)


En el área textil hay un desborde impresionante de contaminación. Recomiendo preferir ropa reciclada, hay opciones maravillosas. La ropa de adulto y la infantil se pueden intercambiar, regalar o vender, lo ideal es darle el máximo de uso y evitar caer en el sobreconsumo, ni por moda, ni por gusto.


En mi caso, compro ropa generalmente en la feria libre, en “Nostalgic” también se encuentra ropa usada, se puede hacer intercambio de ropa en “The Ropantic Show”, “Travieso” es una buena alternativa de intercambio para ropa de niños, solo hay que buscar, está lleno de emprendimientos con comercio circular.


En lo que refiere al calzado prefiero comprar nuevo y solo lo justo y necesario, que sea un calzado de óptima calidad, que otorgue durabilidad en el tiempo y opciones para reparar. Con la ropa interior lo mismo, siempre nueva y de calidad para que dure mucho tiempo.


Si vivimos en casa o departamento es posible y recomendado separar lo que consideramos “basura”, es muy importante saber la forma correcta de separar los materiales y desechos orgánicos.


Hay cuentas en instagram que son emprendimientos o fundaciones que se dedican a enseñarte sobre reciclaje, consciencia ambiental y consumo, les puedo recomendar a somoscero, sr_compost, go.circular, chilehuerta, chileconsentido, chilesustentable y obvio mujersustentable.


Las cifras de impacto en el agua y en los animales que deja el consumo de carne también es un factor importantísimo a considerar, más allá si hay en nosotros un interés por estos seres sintientes. Lo ideal es dejar de consumir carne de vaca o disminuir al máximo su ingesta. Para producir 1 kg. de carne roja necesitamos alrededor de 15.000 litros de agua, sin contar las prácticas violentas que eso implica.


Otra de las cosas que he adoptado desde que soy emprendedora y empecé este camino a la consciencia, es preferir casi siempre el comercio local, apoyar a los emprendimientos sustentables, al comercio circular, optar por materias primas libres de crueldad animal, así como lo aplico en mis creaciones de cosmética natural.


Y así como puedo ayudar al planeta usando ropa usada y más económica, puedo darme el gusto de costear un trabajo hecho a mano, pagando quizás un poco más a lo acostumbrado, pero agradeciendo el valor de ese artesano que reutilizó o creó un producto de manera consciente. Cada decisión importa, el dinero es una energía y nosotros decidimos a quien se la damos.


Es importante dejar de comprar plásticos de un solo uso. Si podemos ayudar en algo, rescatemos botellas, hagamos eco ladrillos, podemos ingresar en ellos bolsas, plásticos, latas, todo bien compacto, limpio y seco, lo único que hay que evitar son las pilas y colillas.


En cuanto al uso personal, se recomienda dejar de usar cotonitos, siempre habrá un reemplazo. Lo mismo con las toallas higiénicas o pañales desechables; en el caso de pañales podemos optar por los de género lavables o alguna marca desechable que esté certificada y que sea biodegradable en un plazo menor que los pañales convencionales que demoran alrededor de 500 años.


Las toallas higiénicas desechables, aparte de contaminar, son muy dañinas para la salud, suelen causar alergia, infecciones y en algunos casos hasta cáncer. La opción más orgánica es usar toallas de tela, copita menstrual e incluso ahora hay calzones menstruales que retienen el flujo con telas especializadas, en “Papaya bragas” podemos encontrar estos calzones.

En cuanto a cepillos dentales, podemos reemplazar ese plástico que renovamos cada 3 meses o menos por cepillos compostables, solo hay que retirar con un alicate las cerdas y enterrar el mango, hay cepillos que se degradan en tan solo 3 meses. Si usamos maquillaje, también hay opciones de desmaquillantes de tela, solo hay que buscar.


Otro cambio que estoy en proceso de hacer, es empezar a eliminar los productos en formato líquido que yo misma preparo, como shampoo, jabón, desodorante y acondicionador, para reemplazarlos en formato barra. Es un avance tremendo para disminuir la compra de envases de mi tienda.


En el caso de las emulsiones siempre recomiendo usar envases de vidrio o aluminio, pensando en el impacto medioambiental y por supuesto en la calidad de conservación del producto envasado.


Para aceites siempre recomiendo usar envases color ámbar y de vidrio para mantener las propiedades y para poder reciclarlos. Si vamos a reciclar estos envases, recuerda siempre limpiarlos bien, sacar sus etiquetas si son de papel y retirar tapas en el caso de que sean plásticas, el producto debe estar limpio y seco antes de dejarlo en un punto limpio.


Lo que hago también es recibir envases utilizados por los clientes para volver a rellenar, solo deben enviarlos esterilizados, además tendrán un descuento en su compra por sus envases y de paso le daremos más vida al recipiente. Todos estamos invitados a realizar prácticas eco amigables y convenientes.


Otra cosa que aprendí es que NO todo lo que creemos se recicla en los puntos limpios, por ejemplo: Ventanas, parabrisas, espejos, ampolletas, tubos fluorescentes, loza o vidrio templado. Hay que informarse bien antes de comenzar este cambio.


Algo sabido pero que no todos practicamos, es guardar los restos de aceites en alguna botella o contenedor, de ninguna manera hay que tirarlos por el drenaje o lavaplatos, misma situación con los remedios, contaminan el agua y además puede ser peligroso. En el caso de los aceites y de los remedios vencidos, hay empresas que los reciben o centros de acopio, solo hay que buscarlos dependiendo de nuestra ubicación.


En la desinfección, he optado por usar productos biodegradables y naturales, su efectividad es la misma, solo cambia el origen y sus materias primas, actualmente uso anolyte, pueden investigar, es una nueva tecnología. Mi meta también es cambiar los detergentes de ropa, pues que sean dermatológicos no es suficiente, lo ideal es que también sean aptos para riego y se pueda reutilizar esa agua. Lo mismo se puede hacer con el lavalozas.


Respecto a la basura es muy común ver que utilizamos las bolsas que nos dan en el comercio para luego meterlas al basurero, creyendo que estamos reutilizando, pero no.

La opción más sustentable es comprar con bolsas de tela y para la basura ojalá utilizar bolsas compostables o biodegradables en un plazo mucho menor a las de plástico convencional que se degradan en 150 años.


La publicidad hoy en día se ha tratado de aprovechar de la ignorancia de las personas y como ya se habla en gran escala de sustentabilidad, muchas empresas con gran ingenio disfrazan nombres y conceptos para hacer creer que son eco-amigables, aunque realmente no lo sean.


Informarme del etiquetado ha sido vital en mi vida, lo aprendí con mi hija que tuvo alergia alimentaria y atópica, tuve que aprender. Mi recomendación es validar que los productos sean certificados si provienen de grandes empresas, cuando son pequeños emprendimientos siempre apelo a la recomendación y muchas veces a la confianza.


Biodegradable no significa que sea conveniente, a veces por marketing pueden etiquetar los productos con ese título, pero no especifican en cuánto tiempo se degradan o si han sido reciclados anteriormente. Para los productos compostables debería aparecer el detalle del tiempo que demora en degradarse.


Una vida sustentable implica muchos cambios, en mi caso empezó con la alimentación, nutriéndome por dentro para nutrir por fuera, como es adentro es afuera. Por sentido común, ya sabemos que todos los alimentos procesados no son saludables y aunque muchos tengan rico sabor podemos ir de a poco privilegiando más nuestra salud y abrir las puertas a un mundo vegetal, natural y ojalá orgánico, un mundo maravillosamente rico y saludable. Solo hay que tener las ganas y abrir tu mente para probar nuevas opciones, recetas hay muchísimas para todos los gustos; veganas, libres de gluten, vegetarianas, etc.


Entendiendo que todos tenemos nuestros ciclos, procesos y preferencias, que es absolutamente respetable, creo que abrirse a un camino saludable es una gran muestra de amor propio con nuestro ser, es una decisión y lo mejor es que no implica dejar radicalmente el camino conocido, solo basta abrirse a más opciones e ir de a poco resonando con nuestro cuerpo y comer a consciencia, saludable o no, ya podemos elegir con todas las opciones en la mesa. Todo en equilibro es saludable para el cuerpo y el alma.


Me encantaría incentivarlos a disminuir la ingesta de procesados y que prueben como se sienten, como un experimento curioso. Esto es más que una creencia, es ciencia. Les aseguro que sus flatulencias no olerán igual, les aseguro que se hincharán menos y que andarán más activos en su diario vivir, con más energía, el funcionamiento de la microbiota y metabolismo sin duda mejorarán.


Si podemos hacer nuestras propias cosechas, vivamos en casa o departamento de seguro nos sorprenderemos. Actualmente estoy tomando talleres de almácigos, compostaje y vermicompostaje, gestión de residuos, entre otros. Es un camino maravilloso de conexión con la tierra y finalmente es una conexión con nosotros mismos, con nuestra esencia.


Vamos a un nuevo tip; si tenemos refrigerador y necesitamos congelar o envolver nuestros alimentos, se recomienda usar envases de vidrio con tapa, si se trata de verduras como lechuga para envolver, budineras o simplemente para sellar masas, venden unas telas hechas de algodón 100% natural, cera de abeja orgánica y resina de árbol. Esta combinación crea una envoltura de alimentos elástica y adhesiva que puede usarse una y otra vez, son lavables, reutilizables e impermeables, conozco la marca beenat. Es una buena opción para evitar el uso de plástico.


El respeto a los animales va unido al concepto de alimentación y accesorios. Alguna vez usé plumones o parkas de pluma de animal, hoy no lo recomiendo para nada. Y esto nos lleva a la primera R de Reflexionar. Cada vez que hagamos una compra es necesario indagar, pensar sobre el origen de las cosas, si realmente las necesitamos, a quien les estamos comprando y si su uso es ético con nuestros valores.


Junto a esta reflexión ha nacido un respeto innato que antes no tenía por toda la flora y fauna que nos rodea, antes casi por auto-reflejo mataba moscas, hormigas, etc. Hoy he aprendido a convivir con mi entorno natural, he podido internalizar que todos tienen un ciclo y una función en este ecosistema, no soy quien para alterarlo sin razón o amenaza latente. En el caso de que realmente fuera una amenaza el instinto actuará, pero hoy soy mucho más consciente de esta convivencia y lo he podido transmitir a mis hijos, hacia una crianza más sustentable.


Con los años la vida me ha enseñado a vivir enraizada al presente, a ser más minimalista, a tener respeto y tolerancia con los otros, a entender que todos vamos mirando este universo de posibilidades en diferentes perspectivas y cada uno es parte de nosotros y del todo. Espero que estas pinceladas de mis procesos y cambios les ayuden e incentiven al activismo medioambiental. Todos vamos sumando y si lo hacemos a nivel colectivo podemos avanzar más rápido, ya no podemos seguir conviviendo en el individualismo o descansando de manera totalitaria en el estado u otras instituciones, lo que les quiero transmitir es que el cambio parte por cada uno de nosotros. Regenerar el planeta es ineludible en estos tiempos, por la tierra, por nosotros y por las futuras generaciones. ¿Se animan?



Verónica Carvajal

Fundadora de Yerbateramía Cosmética Natural

Madre y Activista Medioambiental

Cuenta Personal Geogaiam “Somos la Tierra”

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